La redada: detención en la oficina de Sputnik
El 30 de junio de 2025, la policía de Bakú realizó una redada en la oficina de Sputnik Azerbaiyán, el medio estatal ruso. Según las autoridades azerbaiyanas, la acción estuvo motivada por sospechas de actividades ilegales, incluyendo:
- actividad empresarial no autorizada,
- lavado de dinero,
- incumplimiento de las normas de acreditación periodística.
Como resultado, fueron detenidas siete personas, entre ellas el director Igor Kartavykh y el editor jefe Evgueni Belousov. El tribunal ordenó prisión preventiva por cuatro meses mientras se lleva a cabo la investigación.
Тensión creciente: el trasfondo del conflicto

Esta detención se da en un contexto de tensión entre Azerbaiyán y Rusia. En semanas previas, dos ciudadanos azerbaiyanos fallecieron en Rusia en circunstancias poco claras, lo que generó protestas y demandas de investigación por parte de Bakú.
La suspensión de Sputnik en febrero de 2025 ya había marcado un enfriamiento en las relaciones bilaterales. Ahora, muchos analistas consideran que la redada es un acto deliberado de presión y respuesta a la falta de acción percibida por parte rusa.
Reacciones desde Moscú y la comunidad internaciona
En Moscú, la reacción fue inmediata y contundente. Dmitri Peskov calificó las detenciones como «absolutamente inaceptables». El Ministerio de Relaciones Exteriores ruso exigió la liberación inmediata de los periodistas. Dmitri Kiselev, director general de Rossiya Segodnya, denunció una «persecución política dirigida» y una violación de la libertad de prensa.
Organizaciones internacionales como Reporteros Sin Fronteras (RSF) y el Comité para la Protección de Periodistas (CPJ) expresaron preocupación, pero enfatizaron que si se comprueban violaciones legales, los periodistas deben rendir cuentas.
Turquía, aliado cercano de Azerbaiyán, evitó emitir comentarios directos, mientras que la Unión Europea llamó a la moderación y a realizar una investigación transparente.
Casos anteriores: cuando el periodismo se convierte en arma política
Este no es un caso aislado. La detención de periodistas en medio de tensiones diplomáticas es una práctica conocida:
- En 2015, Turquía arrestó a periodistas del diario Cumhuriyet acusados de espionaje tras informar sobre envíos de armas a Siria.
- En 2023, Irán detuvo a una periodista del Wall Street Journal acusándola de espionaje.
- En 2022, Rusia expulsó a corresponsales de Deutsche Welle tras declarar la cadena como indeseable.
- En 2024, China restringió la labor de BBC y CNN después de reportajes sobre la represión en Xinjiang.
En todos estos ejemplos, el periodismo se ve usado como herramienta o blanco en conflictos políticos.
El presente y el futuro: ¿hacia dónde van las relaciones?
Por ahora, Bakú mantiene una postura firme, señalando que Sputnik actuaba como un instrumento de propaganda violando las leyes nacionales. Moscú, por su parte, utiliza el incidente para reforzar su discurso contra los «dobles estándares» occidentales y exige recuperar la presencia mediática en Azerbaiyán.
Las tensiones diplomáticas continúan, pero ambos países mantienen canales abiertos para negociar y evitar una escalada mayor.
Reflexiones finales: un nuevo mapa geopolítico en la región
El arresto de periodistas de Sputnik no es solo un incidente local, sino un reflejo de la nueva dinámica geopolítica en el espacio postsoviético. Los antiguos aliados comienzan a actuar con mayor independencia, incluso si eso significa tensiones públicas.
Mientras Rusia solía ser vista como un socio indiscutible en la región, hoy vemos cómo los países vecinos trazan sus propios caminos, a veces de forma abrupta y sin contemplaciones.