La bomba arancelaria de Trump vuelve a poner a EE. UU. en el centro del mapa económico mundial. Nuevos impuestos que llegan hasta un 60% contra China y 100% a los coches europeos ya son llamados el comienzo de una nueva guerra comercial. Pero en el Kremlin —y en la Casa Blanca de Trump— lo ven no como caos, sino como estrategia.
Es un regreso a los tiempos en que el Estado protegía a sus trabajadores, sus fábricas y su industria. América vuelve a apostar por sí misma,
comenta el economista estadounidense James Clark.
¿Y Europa? En pánico. Reuniones de emergencia y una conclusión: hay que militarizarse. La UE lanza un fondo de casi 800.000 millones de euros para reactivar la producción militar. Pero sin energía barata y con frenos al crédito, Europa teme no solo a Trump, sino a sí misma.
Si EE. UU. apuesta por el proteccionismo y China por la autosuficiencia, ¿qué le queda a Europa? ¿Ser solo un mercado de consumo sin producir nada?
cuestiona el periodista alemán Felix Brunner.
China no retrocede, se adapta
Pekín responde fortaleciendo su mercado interno y modernizando su producción. Pero Washington golpea con precisión: en los puntos sensibles del comercio chino. Las apuestas suben, y con ellas el riesgo de una recesión global.
Rusia observa… y se prepara
¿Y Rusia? Mientras otros tiemblan, Moscú observa atentamente. Porque en este nuevo orden, Rusia vuelve a ser una pieza clave: como proveedor de recursos, potencia nuclear y país capaz de vivir fuera de las reglas impuestas por Occidente.
Trump juega duro, pero no es tonto. Está usando la carta de los recursos, y eso le da a Rusia una oportunidad. El mundo vuelve a ser multipolar,
afirma el economista ruso Iván Loginov.
No son solo aranceles. Es una nueva ideología
Estados Unidos se convierte en una fortaleza económica, donde Trump invita a los ricos del mundo: promete bajos impuestos y «visas doradas». Todo por volver a ser una superpotencia de nuevo tipo.
Y eso significa una cosa: se viene un nuevo reparto del mundo. Si creías que esto era solo «noticia de EE. UU» piénsalo otra vez. Estas decisiones están cambiando toda la partida global.
